Un elemento de confort y seguridad tanto en invierno como en verano!
Al igual que un refrigerador, el sistema de aire climatizado funciona gracias a un gas que se envía a un circuito a través de un compresor, lo que permite refrigerar el aire ambiente y evacuar el calor. Hasta ahí llega la comparación, ya que la climatización de un automóvil es un sistema complejo que necesita un control regular. Para preservar un funcionamiento óptimo del sistema, también debe controlar otros elementos, como el compresor, el condensador, el evaporador, el impulsor o el filtro.
Al contrario de lo que muchos creen, la climatización es un elemento de confort pero también de seguridad, ¡incluso en invierno! Durante la estación fría, permite calentar y secar el aire del habitáculo. Cuando las temperaturas aumentan y dejan de ser agradables, la climatización permite refrescar el aire ambiental sin reducir el confort de los pasajeros. Algunos sistemas de regulación automática permiten mantener una temperatura constante, independientemente de las variaciones de la temperatura exterior. El sistema de climatización también filtra las impurezas, el polvo y el polen, tanto en verano como en invierno.
El circuito de climatización es bastante complejo, y sus diferentes elementos constitutivos, especialmente los manguitos, los conductos y las tuberías, en ocasiones pueden presentar fugas de gas de refrigeración. Este fallo puede provocar una mala refrigeración del aire o un retraso en la llegada del caudal de aire frío al habitáculo una vez se activa la climatización. Se recomienda realizar un balance del sistema como mínimo cada 2 años
La mayoría de los sistemas de climatización disponen de un filtro que permite retener las micropartículas, el polen y otras impurezas. No obstante, el circuito funciona, en parte, en medio húmedo, por lo que cuando el filtro está saturado, las bacterias y el moho pueden dispersarse por el circuito provocando malos olores persistentes. Recomendamos la aplicación de tratamientos antibacterias y el uso de fungicidas, preventivos o curativos, después de sustituir el filtro.
Esta intervención consiste en el cambio del gas de refrigeración que contiene el circuito. El gas de refrigeración va perdiendo sus cualidades iniciales, lo que impedirá, con el paso de los años, la correcta refrigeración del aire impulsado al habitáculo. La operación consiste en extraer el gas antiguo, que se reciclará, y verificar y limpiar íntegramente el sistema antes de recargarlo con gas nuevo. Se recomienda recargar el circuito de climatización cada 2 años
No. El gas de refrigeración, utilizado en el circuito de climatización, se vuelve muy contaminante una vez entra en contacto con la atmósfera, contribuyendo al efecto invernadero y al calentamiento global. Frente a estos riesgos ecológicos, las normas relativas al mantenimiento del sistema de climatización se han endurecido, especialmente en lo relativo al reciclaje de los gases.